[b]por Ernesto Pérez[/b]
ROMA, (ANSA) – Un libro "tremendo", "impresionante", "terrorífico" es "Vite senza corpi" sobre los desaparecidos italianos del ESMA en Argentina que publica la editorial italiana Gorée y que fue presentado en la sede de la Prensa Extranjera de Roma.
El volumen de 260 páginas reúne testimonianzas de un grupo de personas que siguieron en Roma el proceso a los militares argentinos implicados en la desaparición de ciudadanos italianos o de origen italiano, ya sea como testigos de cargo, periodistas, funcionarios de cancillería de ambos países,abogados, etc.
Así por ejemplo Vera Vigevani testimonia sobre la desaparición de la hija, el físico Mario Villani sobre los métodos de tortura, las periodistas Cecilia Rinaldini y Anna Maria De Luca sobre la información radiofónica del proceso que dieron a la RAI mientras los abogados Marcello Gentili, Giancarlo Maniga y Nicola Brigida escribieron respectivamente sobre el secuestro de recién nacidos, la banalidad cotidiana del mal y la justicia de las sentencias.
Un capítulo aparte está dedicado a la ejemplar requisitoria que pronunció el fiscal Francesco Caporale el 28 de febrero del 2007 y que ocupa
36 páginas del libro.
En la presentación de hoy participaron el embajador argentino en Italia, Torquato Di Tella, el periodista italiano Arrigo Levi, el que fuera vicecanciller durante el juicio Franco Danieli, el diputado electo por América Latina Fabio Porta y Jorge Ithurburu, compilador del volumen junto a Cristiano Colombi, y a cuya "testarudez" como dijo Arrigo Levi se debió la celebración del proceso a más de veinte años de distancia de los hechos juzgados.
Di Tella reconoció no haber leído solo algunos capítulos de este libro "impresionante", por ejemplo el de Vera Vigevani donde cuenta el secuestro y desaparición de su hija Franca y conocer muy bien a la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo,Estela B. de Carlotto, "que a pesar de sus años tiene la fuerza y la vehemencia que yo creo que le da su hija desaparecida que lleva dentro de sí".
"Las Madres y las Abuelas con sus rondas de los jueves en Plaza de Mayo fueron las mantuvieron viva la conciencia de la opinión pública argentina y su fuerza era tan grande que la dictadura no se atrevió a tocarlas" declaró el embajador.
"Las historias de este libro tienen un valor actual – concluyó Di Tella – porque se sigue torturando y matando gente en muchos países y también como lección para el pueblo argentino para que no permita que se repìtan estos hechos".
También Arrigo Levi habla de un "libro terrible y escalofriante" que "cuenta una historia cruel ocurrida en un país que nunca dejé de amar y que dió refugio a mí y a mi familia cuando debimos dejar Italia a causa de las leyes raciales promulgadas por el régimen fascista".
Levi recuerda que en 1980, cuando la dictadura militar estaba en sus postrimerías, visitó Argentina y entrevistó al general Videla y al contraalmirante Massera "y me sorprendió la arrogancia y la absoluta convicción de que habían hecho lo que todo patriota hubiera hecho".
"Nunca entendí que un país tan civilizado como la Argentina, el más europeo de toda América, hubiera podido caer en una barbarie semejante aunque cabe reconocer que la cruenta represión militar se produjo tras una serie de asesinatos de parte de las guerrillas peronistas y marxistas, cuyos responsables salieron casi indemnes en este período" afirma Levi.
"Esto no es un justificativo de la represión militar sino un hecho histórico que no debemos olvidar" continuó Levi que también conoce personalmente a Vera Vigevani y admira "su capacidad a los 80 años de testimoniar sin retórica y con extraordinaria voluntad su experiencia como madre de uno de los 30 mil desaparecidos argentinos".
Fabio Porta elogió la decisión del actual gobierno argentino de procesar a los militares de la dictadura, "algo que no sabe hacer hoy el gobierno chileno" y si bien criticó al presidente brasileño Lula no haber concedido la extradición de Cesare Battisti, acusado de terrorismo en Italia, también criticó al italiano por no pedir también la extradiciónm de un torturador italo-argentino, Antonio Enciso, preso en Brasil.
Por su parte, Franco Danieli subrayó la disparidad de tratamiento que tuvo Italia con las dictaduras chilenas y argentina, permitiendo el asilo de miles de chilenos en la embajada de Santiago, y observando un silencio cómplice en la de Buenos Aires.
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